viernes, 28 de febrero de 2014

Lo primero, empieza por romper las reglas

Un título desafiante para un libro que cuestiona muchos de los supuestos de cómo ser un buen jefe 

M. Buckingham y C. Coffman (Gallup) escribieron hace ya más de una década “Primero, rompa todas las reglas - Lo que los managers más grandes del mundo hacen de manera diferente". Es uno de los libros más recomendables para un buen hacer profesional como "líder". Basado en su investigación con más de 80.000 gerentes de diversas industrias, trataron de determinar cómo son los jefes excelentes, especialmente en la gestión de personas y, por ende, cuáles son las características de los equipos de alto rendimiento.



A continuación comentamos algunos de los hallazgos y propuestas más relevantes del libro. 

Los jefes excelentes…

… contratan al mejor talento, para luego “dejarles hacer”, confiando en sus capacidades. Una fórmula fácil: Talento + Confianza = Cultura de la Excelencia.

… rechazan la “sabiduría convencional”. Prefieren orientarse al talento singular de cada empleado, más que pedir que responda al estándar.

… saben que no se puede cambiar en lo fundamental a la gente, y sí facilitar su desarrollo y mejora. No es tanto "arreglar" debilidades  como enfocarse en sus fortalezas diferenciales. “No trates de meter lo que está fuera; en su lugar, saca lo que está dentro”.

… no promocionan a las personas hasta su nivel de incompetencia; eso sí, recompensan por un trabajo bien hecho, en todos los niveles de la organización.

... alientan a que los empleados se responsabilicen de su trabajo, y luego premian los resultados alcanzados. Esto engancha al talento, y amedrenta a los empleados no comprometidos.

… dedican más tiempo a su mejor gente a través de un feedback y un reconocimiento constantes.

… mantienen sus promesas y dan ejemplo, lo que mantiene la confianza en el equipo.


Según el estudio, los mejores jefes son los que crean un entorno de trabajo en el que su equipo responde positivamente a estas 12 preguntas:


 1.  ¿Sé lo que se espera de mí en el trabajo?

 2.  ¿Tengo los materiales y el equipo que necesito para hacer bien mi cometido?

 3.  En el trabajo, ¿tengo cada día la oportunidad de hacer lo que mejor sé hacer?

 4.  ¿He recibido algún reconocimiento por mi trabajo en esta última semana?

 5.  ¿Mi jefe demuestra interés por mí como persona?

 6.  ¿Hay alguien en el trabajo que me anima en mi desarrollo profesional?

 7.  ¿Se tienen en cuenta mis opiniones?

 8.  ¿La misión y propósito de mi organización hacen que sienta que mi trabajo es importante?

 9.  ¿Mis compañeros también están comprometidos con hacer un trabajo de calidad?

10. ¿Tengo amigos en el trabajo?

11. En los últimos seis meses, ¿mi jefe ha comentado mi progresos conmigo?

12. El año pasado, ¿he tenido oportunidad de aprender y desarrollarme en el trabajo?



Los buenos jefes saben que el “ROI del compromiso” es de vital importancia, y el estudio de Gallup mostró que aquellas empresas que reflejaban las respuestas positivas a las 12 preguntas se beneficiaron más, eran unidades de negocio más productivas, retenían más a sus empleados y contaban con clientes más satisfechos.


Un jefe astuto sabe que si sus empleados no tienen cubiertas sus necesidades básicas, no tendrán un gran rendimiento. Estas necesidades básicas son:

 -  Saber lo que se espera de él/ella en el trabajo

 -  Contar con el apoyo necesario para hacer bien su trabajo

 -  Satisfacer cuestiones en relación a la autoestima, dando reconocimiento y aprecio, además de preocuparse por su desarrollo como persona.


Definen al talento como un patrón recurrente de pensamiento, sentimiento o comportamiento que puede aplicarse de forma productiva; la excelencia es imposible sin talento para poder producir estos patrones recurrentes de productividad. Los autores señalan tres tipos de Talentos:

-   Esfuerzo / energía     = ¿Por qué alguien se levanta de la cama todos los días?
-   Pensamiento             = ¿Cómo una persona piensa / filtra el mundo que les rodea?
-   Relaciones                = ¿Quién se conecta / interactúa con quién?



Por último, rescatamos otros planteamientos interesantes del libro:


- Cada rol desempeñado de forma excelente merece respeto, ya que cada papel dentro de una organización tiene su propia nobleza.

- Cada persona tiene un "filtro" - es decir, una forma característica de responder al mundo. Es fundamental descubrirlo para comprenderle.

- Toda persona tiene talento para ser excepcional en algo, y es importante descubrir lo que puede alcanzar y lo que no tan pronto como sea posible. Las habilidades y conocimientos pueden desarrollarse más fácilmente.

- Si un empleado no tiene un buen desempeño, a lo mejor es que no está en el puesto correcto. Es trabajo del jefe reconocer esto, y buscar una solución ventajosa para todos.


En definitiva, un libro inspirador que da que pensar.... basado en evidencias y en la práctica de miles de gerentes. Espero que a ti también te lo parezca.


Antonio Delgado

ad@videobravo.net

2 comentarios :

  1. Antonio, qué agradable es leerte, siempre.
    Gracias por poner tan claro, negro sobre blanco, 3 ideas para seguir desarrollando a las personas en la organización.

    1 Talento + Confianza = Cultura de la Excelencia.
    2 No tratan de "arreglar" debilidades, en vez de ello se enfocan en sus fortalezas y talentos diferenciales.
    3 fomentando el talento a través del feedback y el reconocimiento constantes.

    Me pregunto cómo sería nuestra vida si diferenciásemos talento de conocimiento, habilidades, y fuésemos capaces de elegir ese sitio en el que el talento natural (los talentos) de cada uno pueden florecer, en un entorno apreciativo, que valora lo que hay, y trabaja para seguir desarrollando las fortalezas de su personal y de los equipos que la forman, también, cómo no, desde el reconocimiento.

    Muchas gracias, Antonio.

    un abrazo, Mikel

    ResponderEliminar
  2. Hola Mikel.

    Si viviésemos en un mundo en el que cada uno pudiese expresar su talento diferencial donde, a partir del reconocimiento apreciativo y sincero, ir descubriendo y desarrollando todo su potencial, imagino que sería una vida mejor.

    Mejor en el sentido de realización personal, vocacional. Mejor en el sentido de excelente. Mejor al sentirnos más comprendidos y apreciados. Mejor y más feliz.

    Muchas cracias Mikel por tus comentarios, siempre espléndidas perlas que ponen el acento de forma tan ingeniosa y singular.

    ¿Será este tu talento? ;)

    ResponderEliminar