Haz del cambio una oportunidad de incrementar el compromiso. ¡Implica a tu gente en el proceso!
El cambio en las organizaciones es inevitable. Pueden ser cambios progresivos, evoluciones coherentes, adaptativas y naturalmente asimiladas. También pueden suponer una ruptura radical con la historia, un giro de 180º, incluso con mensajes y énfasis contradictorios, como ocurre en algunos procesos de integración y fusión (M&A).
Muchos de estos cambios en la empresa amenazan la integridad, la unicidad de los equipos y su sentido de pertenencia. Su compromiso cae, no se identifican con lo nuevo, los cambios duelen y suponen pérdidas (de seguridad, de los derechos adquiridos, de orientación, de sentido del trabajo,...).
Los sistemas de reconocimiento favorecen la identificación con la nueva organización, alineando a los empleados con los objetivos y logrando equipos cohesionados, bajo un marco de colaboración.
Cuanto antes se dé una nueva orientación, un marco compartido a los empleados, antes se volverá a niveles de desempeño efectivos. Lo peor es caer en la incertidumbre, en la ambigüedad o en la indefinición. Preguntas como "hacia dónde vamos", "qué es importante aquí", "cómo puedo contribuir" y "qué se espera de mí", deben tener una respuesta clara lo antes posible.
Es más, si también logramos dar respuesta a inquietudes como "qué puedo hacer para promover, facilitar o apuntarme al cambio" haremos de cada empleado un abanderado en el proceso, más allá de lograr una postura reactiva o pasiva, aunque adaptativa, al cambio.
En este sentido, un sistema de reconocimiento estratégico es fundamental para reforzar los mensajes y capilarizarlos en comportamientos productivos en el día a día, haciéndolos algo tangible, real.
Con el reconocimiento no sólo alineamos la función gerencial bajo un prisma compartido (estrategia, objetivos, valores y comportamientos), sino que hacemos de ello una realidad en el quehacer diario de todos los empleados, fomentando la convergencia de comportamientos y actitudes con las metas de la organización.
Además, al ser el reconocimiento una gestión desde lo positivo, esencialmente motivacional, ayudamos a mejorar facetas como la autoestima, la colaboración y el ambiente laboral, el compromiso y el desempeño, de forma natural. Y, porqué no, consolidando una cultura de reconocimiento donde esta práctica se alimente de forma espontánea, entre iguales y colaboradores, en el día a día.
Aliento y desafío.
Antonio Delgado
Lectura recomendada en relación al tema:
http://www.jostle.me/blog/7-downsides-yes-downsides-to-company-growth/?goback=.gde_149322_member_217733475
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