martes, 30 de abril de 2013

Un reconocimiento puede cambiarlo todo

Reconocer lo valioso del comportamiento de alguien, de cómo ha contribuido, puede transformar tanto a la persona como a la relación.

¿Recuerdas alguna ocasión en el que decirle a alguien “lo bien que ha hecho algo” haya supuesto un cambio radical?

Quero comentar un caso real, del día a día, que recientemente alguien compartió conmigo.

Laura tenía contratada a Fanny, una empleada del hogar. Los primeros tres meses todo fue según lo esperado, pero en las últimas semanas el rendimiento de Fanny bajó claramente. Dejaba muchas tareas sin acabar y no se esmeraba con los resultados. Además, cada vez le llevaba más tiempo hacer lo mismo y presentaba una actitud como negativa, cabizbaja.

Laura pensaba que tenía que hacer algo, dudaba si prescindir de ella o, por el contrario, retocar el sueldo, por si era un problema de motivación.  El caso es que un día, casi sin pensarlo, le alabó una tarea que estaba haciendo de sacar brillo a unos candelabros. Inmediatamente notó que el gesto de Fanny se transformó, activándose como si le hubiese dado a un interruptor. Desde ese momento, Laura se planteó alabar algún comportamiento “productivo” de Fanny cada día, algo que realmente lo mereciese.

En pocos días, Fanny parecía otra persona. Más alegre, comprometida con su tarea, preguntando qué y cómo hacer. A Laura le parecía increíble, qué gran estímulo había descubierto. Han pasado más dos años, Fanny sigue trabajando para Laura y ambas están muy satisfechas con la situación.  


El reconocimiento esconde una energía increíble, normalmente desaprovechada. Como decía Williams James, padre de la psicología, "el principio más profundo del carácter humano es el anhelo de ser apreciado, de lograr reconocimiento... En vez de demeritar a los demás, resalta sus cualidades y aciertos ..., no sólo los pondrás de tu parte, sino que les ayudarás a hacer mejor las cosas"

Antonio Delgado
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