Me sigue sorprendiendo y conmoviendo la tremenda capacidad de
respuesta del ser humano ante las catástrofes. Cómo reaccionamos y damos lo
mejor de nosotros mismos para ayudar a los demás, de una forma contundente, inmediata,
eficaz, sin más preámbulos, como si hubiésemos sido largamente entrenados para
ello.

Desde aquí quiero brindar un emotivo reconocimiento a todas
las personas -profesionales, voluntarios o espontáneos- que de una u otra
manera han estado, están y estarán ahí, prestando su tiempo y su mejor saber
hacer para ayudar donde sea necesario. Bravo por su comportamiento, por su
contribución, por darse de forma auténtica y desinteresada, sin más objetivos
que el de ayudar a aquellos que necesitan ayuda.
Es increíble cómo ante situaciones así nos alineamos,
colaboramos y sumamos de forma espléndidamente orquestada desde el minuto cero.
Unos aportan su energía en el plano físico, retirando cascotes y otros restos,
abriendo el paso para facilitar la acción; otros dan apoyo emocional,
acompañando, escuchando, abrazando a víctimas y afectados; los profesionales,
cada uno desde su conocimiento y saber hacer, colaborando para reducir el caos.
Para mí ha supuesto, de nuevo, una magnífica y contundente lección
sobre la condición humana. El contraste es
el dramático escenario que ha desencadenado esta sucesión de buenas intenciones
y acciones. Gracias a todos los que de una forma u otra suman con su ayuda en
estas circunstancias. Muchas gracias… y bravo por ellos!
Antonio Delgado
ad@videobravo.net
No hay comentarios :
Publicar un comentario