martes, 6 de agosto de 2013

¿Qué aporta la psicología positiva a la empresa?

Desde sus inicios y durante décadas, la psicología aplicada a las organizaciones ha buscado cómo mejorar lo que no funciona del todo bien, con el foco en los procesos y en los resultados de personas, equipos y organizaciones: mejorar el rendimiento, la calidad del liderazgo, el trabajo en equipo, el ambiente laboral, reducir la rotación, ...

Martin Seligman y Mihály Csíkszentmihályi, fundadores de la "psicología positiva", han promovido un cambio de enfoque nada desdeñable. Proponen que el énfasis esté en los estados saludables como la felicidad, el fluir y el optimismo. En lugar de concentrarse en lo que no funciona, proponen identificar y potenciar lo que funciona bien. Es un cambio revolucionario tanto en la psicología académica como en su aplicación a los recursos humanos.

Es curioso que hayamos tardado tanto en aprender. Si nos fijamos en cómo funcionan las cosas en la naturaleza, éste es sin duda su modelo inspirador. La adaptación y evolución de las especies se basan precisamente en enfocarse en lo que funciona, incrementando la probabilidad y presencia de aquellos rasgos y funcionalidades más adaptativos, y no tanto en mejorar lo que no funciona.

Seligman propone centrarnos, más que en lo que no funciona, en lo que está bien, para promoverlo. La psicología positiva identifica y cultiva las fortalezas singulares de cada persona, sus cualidades y talentos que en los que uno ya es especialmente bueno, para después encontrar entornos y actividades en los que pueda desplegar todo ese potencial, incrementando así su cota de felicidad. Se trata de una distinción sutil, pero importante.

En recursos humanos esto nos lleva a que, en vez de tratar de detener la rotación no deseada, deberíamos fortalecer la retención existente comprendiendo sus razones. Más que intentar arreglar el desapego emocional, debemos fomentar el compromiso a partir del que ya se da. En lugar de focalizarnos en el desempeño a mejorar, tendríamos que invertir en potenciar lo realmente ya está funcionando bien en cada empleado, equipo u organización, buscando su "mejor escenario de aplicación".

En esta línea de trabajar desde lo positivo, lo que se nos da bien y nos hace valiosos, se enmarca un enfoque de desarrollo organizacional relativamente reciente, alternativa interesante para procesos de cambio. Me refiero a la Indagación Apreciativa (appreciative inquiry), desarrollada por David Cooperrider. En su caso, el foco es la organización como un todo y no el individuo. Es una alternativa a los enfoques tradicionales de “solución de problemas” (arreglar lo que no funciona), que ya ha cosechado éxitos muy relevantes.

En la última década se ha disparado el interés por los enfoques positivos en la empresa, especialmente en el mundo anglosajón. Los videos TED sobre psicología positiva cuentan con millones de visitas (Tal Ben-Shahar, con miles; Mihali Csikszentmihalyi o  Martin Seligman, con más de un millón, Daniel Pink, con más de dos millones,…). Año tras año, el curso de psicología positiva  es el más popular en Harvard por número de asistentes.
 
Según el propio Seligman (charla TED “psicología positiva”) “la gratitud, la oportunidad de expresar agradecimiento y reconocimiento es un componente muy importante en la psicología positiva. El hecho de poder reconocer algo a alguien nos hace más felices, generando un sentimiento de bienestar”. Además promueve entornos más amables y colaborativos. Eso, descontando el efecto positivo y motivador que tiene en la persona que lo recibe, sobre su autoestima y la percepción de un contexto nutritivo y de apoyo.

Seligman añade que el comportamiento altruista tiene un efecto más duradero en nuestra felicidad que hacer cosas divertidas. Hacer algo divertido tiene un pico de felicidad que desaparece rápidamente, mientras que los actos altruistas dejan un poso por más tiempo en nuestro estado emocional.  Crear entornos donde el agradecimiento y el reconocimiento sean posibles favorecerá el desarrollo de lo positivo en personas y equipos.  Contar con una cultura de reconocimiento es una excelente manera de promover la salud emocional de los empleados.

En bravo! nos inspiramos en este enfoque. Consideramos que el reconocimiento contribuye a impusar el bienestar de los empleados, cada vez mas importante para contar con una organización sana, sostenible y ganadora.

Antonio Delgado
ad@videobravo.net
www.videobravo.net

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