El reconocimiento tiene valor para la empresa. Lo hemos
venido argumentando con estudios y prácticas de referencia en empresas punteras.
Demostrando su valor para el negocio y en gestión de personas. A corto, medio y largo plazo. Con efectos muy
beneficiosos, que realimentan círculos virtuosos en espiral creciente: autoestima,
compromiso, desempeño, ambiente laboral, orgullo de pertenencia, felicidad, retención,
resultados, eficiencia, calidad, etc. (ver "El negocio también se beneficia del reconocimiento")
En contraste con otras regiones del planeta, su presencia hoy
es escasa en nuestro ámbito (contrastado en nuestro reciente estudio "La práctica del compromiso en España"). Es cierto que el Reconocimiento 2.0 es algo novedoso, con
pocos años de existencia comparado con otras palancas de gestión de personas,
lo que explica en parte su poca difusión y que no esté “en la agenda” de RR.HH.
hoy.
Sin embargo, es una demanda clara de los empleados. De hecho,
es el aspecto nº1 a trabajar según los estudios de clima y compromiso. Valga como
referencia el indicador de Great Place to Work, en donde aparece sistemáticamente año tras año, en los estudios
de nuestras empresas, como el factor más demandado.
A pesar de demostrar ser una gran herramienta multiuso, que
ayuda en muchos de los objetivos de RRHH y de empresa, el reconocimiento no es una práctica fomentada
y apoyada explícitamente en nuestro entorno empresarial. ¿Por qué?, ¿desconocimiento?,
¿falta de “Cultura de Reconocimiento”?, ¿entorno de crisis y costes?, ¿no está de moda?, ¿no es un “issue” para la empresa?... Que el reconocimiento
no sea una solución “de primera elección” dentro de los proyectos de RRHH efectivamente
puede obedecer a varias razones. Por las conversaciones mantenidas con
distintas organizaciones, parece que las causas más frecuentes son:
· Tendencia a utilizar otras soluciones más conocidas y
familiares. Recordemos que la práctica del reconocimiento en nuestro ámbito es
escasa, por lo que se hace poco probable que se encuentre entre las opciones barajadas,
ante la necesidad de implantar una acción concreta. Sin embargo… si hacemos lo de siempre, pocas cosas cambiarán.
Einstein ya comentó que “…hay que hacer algo distinto si quieres resultados
diferentes”.
· Los aspectos culturales son clave. Posiblemente
sean pocas las empresas con una cultura de reconocimiento explícita en nuestro
entorno. Más bien parece que muchas de nuestras empresas provienen de estilos
de gestión en donde una orientación a resultados se hace poco compatible con
una orientación a las personas, como si un estilo compitiese con el otro, más que
complementarlo. Afortunadamente son ya
unas cuantas organizaciones las que se están cuestionando este enfoque y buscan
cómo evolucionar a una perspectiva en donde el empleado es un socio, más que
parte de un engranaje mecánico. En este punto, el reconocimiento 2.0 es un gran
aliado del cambio.
· Ir a la causa inmediata o tener una comprensión
parcial del problema. Cuando estamos cerca del problema y lo vivimos en el día
a día, es difícil tener una visión
completa de la situación (los árboles que no dejan ver el bosque), por lo que
la solución puede únicamente aliviar el síntoma o bien cambiar el foco a otro
aspecto. La diferencia entre sentirme
valorado por lo que hago, que “tengo algo que aportar de valor”, o todo lo
contrario es brutal, y no se arregla con formación, un incentivo, rotación o
similar. Ya dijo William James “El principio más profundo del
carácter humano es el anhelo
de ser apreciado”.
· Es verdad que la orientación a costes y la
escasez de alegrías presupuestarias de hoy puede hacer que el reconocimiento se
perciba como elemento “nice to have”,
más que como una herramienta sólida que impulsa muchas de las prácticas de RRHH.
Como venimos diciendo, ya ha demostrado cómo ayuda a lograr los resultados
pretendidos en compromiso, desempeño, desarrollo, ambiente laboral, retención,…
además de su impacto probado en resultados de negocio (ventas, márgenes,
calidad, costes,…).
Desde Bravo!, convencidos del valor del reconocimiento para las
organizaciones, te animamos a probarlo. Si deseas conocer con más detalle cómo
podría ser en tu organización, contacta con nosotros sin mayor compromiso.
Estaremos encantados en estudiar las posibilidades para que sea una realidad
ventajosa y aplicable.
www.videobravo.net
El reconocimiento y la creencia de que cada persona aporta unos valores únicos es fundamental para crear un vínculo en la empresa y, no se trata de reconocer con zalamería o siendo un pelota sino, se trata de transmitir y hacer a una persona importante para sí misma y para la empresa.
ResponderEliminarHe vivido y sentido el reconocimiento y la infravaloración, la he recibido y la he dado y los resultados si de verdad se hace con convencimiento son realmente sorprendentes.
Un saludo
Muchas gracias por tu comentario, Nube y por compartir tu expeciencia y vivencias de reconocimiento. Como no podría ser de otra forma, estoy totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminar