M.
Buckingham y C. Coffman (Gallup) escribieron hace ya más de una década
“Primero, rompa todas las reglas - Lo que los managers más grandes del mundo
hacen de manera diferente". Es uno de los libros más recomendables
para un buen hacer profesional como "líder". Basado en su
investigación con más de 80.000 gerentes de diversas industrias, trataron de
determinar cómo son los jefes excelentes, especialmente en la gestión de
personas y, por ende, cuáles son las características de los equipos de alto
rendimiento.
A continuación comentamos
algunos de los hallazgos y propuestas más relevantes del libro.
Los jefes excelentes…
… contratan al mejor
talento, para luego “dejarles hacer”, confiando en sus capacidades. Una fórmula
fácil: Talento + Confianza = Cultura de la Excelencia.
… rechazan la “sabiduría
convencional”. Prefieren orientarse al talento singular de cada empleado, más
que pedir que responda al estándar.
… saben que no se puede
cambiar en lo fundamental a la gente, y sí facilitar su desarrollo y mejora. No
es tanto "arreglar" debilidades como enfocarse en sus
fortalezas diferenciales. “No trates de
meter lo que está fuera; en su lugar, saca lo que está dentro”.
… no promocionan a las
personas hasta su nivel de incompetencia;
eso sí, recompensan por un trabajo bien hecho, en todos los niveles de la
organización.
... alientan a que los
empleados se responsabilicen de su trabajo, y luego premian los resultados
alcanzados. Esto engancha al talento, y amedrenta a los empleados no
comprometidos.
… dedican más tiempo a su
mejor gente a través de un feedback y un reconocimiento constantes.
… mantienen sus promesas y
dan ejemplo, lo que mantiene la confianza en el equipo.
Según el estudio, los
mejores jefes son los que crean un entorno de trabajo en el que su equipo
responde positivamente a estas 12 preguntas:
1. ¿Sé lo
que se espera de mí en el trabajo?
2. ¿Tengo
los materiales y el equipo que necesito para hacer bien mi cometido?
3. En el
trabajo, ¿tengo cada día la oportunidad de hacer lo que mejor sé hacer?
4. ¿He
recibido algún reconocimiento por mi trabajo en esta última semana?
5. ¿Mi
jefe demuestra interés por mí como persona?
6. ¿Hay
alguien en el trabajo que me anima en mi desarrollo profesional?
7. ¿Se
tienen en cuenta mis opiniones?
8. ¿La
misión y propósito de mi organización hacen que sienta que mi trabajo es
importante?
9. ¿Mis
compañeros también están comprometidos con hacer un trabajo de calidad?
10. ¿Tengo amigos en
el trabajo?
11. En los últimos seis
meses, ¿mi jefe ha comentado mi progresos conmigo?
12. El año pasado, ¿he
tenido oportunidad de aprender y desarrollarme en el trabajo?
Los buenos jefes saben que
el “ROI del compromiso” es de vital importancia, y el estudio de Gallup mostró
que aquellas empresas que reflejaban las respuestas positivas a las 12
preguntas se beneficiaron más, eran unidades de negocio más productivas,
retenían más a sus empleados y contaban con clientes más satisfechos.
Un jefe astuto sabe que si
sus empleados no tienen cubiertas sus necesidades básicas, no tendrán un gran
rendimiento. Estas necesidades básicas son:
- Saber lo
que se espera de él/ella en el trabajo
- Contar
con el apoyo necesario para hacer bien su trabajo
- Satisfacer
cuestiones en relación a la autoestima, dando reconocimiento y aprecio, además
de preocuparse por su desarrollo como persona.
Definen al talento como un patrón recurrente de pensamiento, sentimiento o comportamiento que puede aplicarse de forma productiva; la excelencia es imposible sin talento para poder producir estos patrones recurrentes de productividad. Los autores señalan tres tipos de Talentos:
- Esfuerzo / energía = ¿Por qué alguien se levanta de la cama
todos los días?
- Pensamiento = ¿Cómo una persona piensa / filtra el mundo que les rodea?
- Relaciones = ¿Quién se conecta / interactúa con quién?
- Pensamiento = ¿Cómo una persona piensa / filtra el mundo que les rodea?
- Relaciones = ¿Quién se conecta / interactúa con quién?
Por último, rescatamos
otros planteamientos interesantes del libro:
- Cada rol desempeñado
de forma excelente merece respeto, ya que cada papel dentro de una organización
tiene su propia nobleza.
- Cada persona tiene
un "filtro" - es decir, una forma característica de responder al
mundo. Es fundamental descubrirlo para comprenderle.
- Toda persona tiene
talento para ser excepcional en algo, y es importante descubrir lo que puede
alcanzar y lo que no tan pronto como sea posible. Las habilidades y
conocimientos pueden desarrollarse más fácilmente.
- Si un empleado no
tiene un buen desempeño, a lo mejor es que no está en el puesto correcto. Es
trabajo del jefe reconocer esto, y buscar una solución ventajosa para todos.
En definitiva, un libro
inspirador que da que pensar.... basado en evidencias y en la práctica de miles
de gerentes. Espero que a ti también te lo parezca.
Antonio Delgado
ad@videobravo.net
Antonio, qué agradable es leerte, siempre.
ResponderEliminarGracias por poner tan claro, negro sobre blanco, 3 ideas para seguir desarrollando a las personas en la organización.
1 Talento + Confianza = Cultura de la Excelencia.
2 No tratan de "arreglar" debilidades, en vez de ello se enfocan en sus fortalezas y talentos diferenciales.
3 fomentando el talento a través del feedback y el reconocimiento constantes.
Me pregunto cómo sería nuestra vida si diferenciásemos talento de conocimiento, habilidades, y fuésemos capaces de elegir ese sitio en el que el talento natural (los talentos) de cada uno pueden florecer, en un entorno apreciativo, que valora lo que hay, y trabaja para seguir desarrollando las fortalezas de su personal y de los equipos que la forman, también, cómo no, desde el reconocimiento.
Muchas gracias, Antonio.
un abrazo, Mikel
Hola Mikel.
ResponderEliminarSi viviésemos en un mundo en el que cada uno pudiese expresar su talento diferencial donde, a partir del reconocimiento apreciativo y sincero, ir descubriendo y desarrollando todo su potencial, imagino que sería una vida mejor.
Mejor en el sentido de realización personal, vocacional. Mejor en el sentido de excelente. Mejor al sentirnos más comprendidos y apreciados. Mejor y más feliz.
Muchas cracias Mikel por tus comentarios, siempre espléndidas perlas que ponen el acento de forma tan ingeniosa y singular.
¿Será este tu talento? ;)